Señorita Corazón, Pretty R.

La verdad es que la veo muy poco. Casi no hablamos.
Con el tiempo nustros encuentros se hicieron menos frecuentes. La ultima vez que la vi su sonrisa era perfecta y estaba enamorada, rodeada de sus eternas amigas y de los amigos de él. Yo también estaba ahi, sacando instantaneas de su felicidad. El otro estaba conmigo, fue una de las unicas y ultimas veces que me acompañó. En un futón azul oscuro fue premonitorio el final de lo nuestro. Pero no importó, pues ella seguia atrayendo mi atención. Le habian regalado un libro zodiacal, por supuesto las cuatro o cinco creiamos fielmente en él.
No, no nos vemos mucho... esa es la verdad. Pero hay momentos como este en el que me gustaría dedicarle mi vida. Alguna vez nos conocimos por segunda vez. Ella apoyaba sus hojas sobre el vidrio de la facultad y calcaba figuritas de diseño. Era blanca como las hojas que portaba y flaquita flaquita como las figuritas que dibujaba. Los ojos saltones. Hermosa.
No la veo pero me acuerdo de ella seguido. Ella custodia desde algun lugar algunas de las decisiones más importantes que tomo, me cuida y me aconseja aunque realmente no me hable. Ella es yo y yo soy ella. Por eso no nos vemos seguido.