lunes, 26 de octubre de 2009

negro el 2.

Las noches de mala racha. No se si es que ya aprendí como se juega o es solamente que me di por vencida. El bolsillo, el vacío me dice que no soy buena mentirosa igualándome entonces a una mala jugadora y doy fé que mala perdedora también.
Las luces de colores parpadeantes, las monedas que caen, la bola que gira, la felicidad a 0,05 coins. Al comienzo todo luce demasiado atractivo. Pero el juego es así, solo una cuestion de suerte. Por más tecnica y estrategia que uno pretenda aplicar la palabra final la lleva el azar. Con los hombres pasa lo mismo... no quiero decir "con el amor" porque la palabra ultimamente me suena ajena. Yo no puedo hablar de amor, entonces hablo de juego.
Yo mucha suerte que digamos nunca tuve... ni en esto, ni en lo otro tampoco, pero de vez en cuando recorro las mesas de ruleta con un par de fichas en la mano. A veces las dejo reposar sobre algún numero... pero lo más común es que el empleado la arrastre hacia la banca del casiono dejandome vacía en vez de los bolsillos vacíos. Y eso es porque no se jugar.
Negro el 2?
No va maaas.

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